viernes, 12 de marzo de 2010

Dia 8. Mostar (BIH) - Jajce (BIH)

Nos fuimos a la cama bajo un cielo estrellado y nos levantamos con un tiempo de perros. Llueve a cántaros, que le vamos a hacer...
Nos despedimos de nuestros anfitriones y emprendemos el camino. Hasta luego, Mostar.

La carretera que nos ha de llevar a Sarajevo circula paralela al río Neretva. Algunos tramos están en obras, pero como hemos ido viendo en toda la región, ni se sabe cuando empezaron las obras ni se intuye cuando las puedan acabar. Hay que vigilar porque te encuentras tramos de gravilla sin aviso previo.
También hay que pensar lo peor cuando se acerca un autobús. Van a toda leche.
Ya cerca de la capital pasamos un largo puerto y al bajarlo el cielo empieza a escampar.

Entramos a Sarajevo por la infausta "Snipers Alley", la avenida de los francotiradores.
Hay ciudades con un sitio en la historia y sin duda Sarajevo es una de ellas, desde a Guerra Mundial hasta los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984 o el sitio de la ciudad en los 90. Circulando por la avenida, con el tranvía moviéndose a nuestro lado, somos conscientes de donde estamos.
Como en Mostar, aquí también se perciben indicios de la última guerra. Marcas de metralla, de obuses, algunos edificios vacios y vehículos de la OTAN. Paramos junto a la antigua biblioteca nacional, un símbolo del sitio de la ciudad y muy cerca también del punto donde asesinaron a los archiduques austrohungaros.
Nos damos una vuelta por la ciudad, al castillo, por el barrio turco, etc
















Salimos de Sarajevo envueltos por un terrible atasco. Hasta que no llegamos a la autopista no recuperamos el ritmo.
Este trozo de autopista fue algo inesperado. Al parecer es nuevo y es que incluso el peaje aun estaba en construcción, así que al menos nos salieron gratis los poquísimos Km de autopista que por ahora tiene Bosnia.
Aun así preferimos desviarnos y seguir por secundarias camino de Travnik. Esto resultó "un error" pues resultó ser una carretera agotadora, con muchas travesías y también tráfico.

En Travnik nuestra cabeza necesitaba una pausa. Aprovechamos y visitamos la fortaleza, muy importante pues aquí estuvo la capital de la Provincia Otomana de Bosnia entre los siglos XVII y XIX.

A partir de aquí no quedaba más que enlazar hasta Jajce, donde queríamos hacer noche por consejo del amigo Miran de Mostar.

Jajce resultó ser un sitio más prescindible de lo que nos habían dicho, o tal vez fuesemos nosotros que no encontramos sus tesoros. El caso es que llegamos a subir al mismísimo castillo, que nos dejó la impresión de haber servido de decorado para la famosa serie de la BBC "Blackadder". Eso incluye a la importante población de cuervos que sobrevuelan el enclave.

A 6km de Jajce encontramos un magnífico hotel, muy nuevo y donde los chavales llevan a las chicas cuando las quieren impresionar.

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